Logo Globaling 512px

Miedo al dinero. Cuando tenerlo es el problema

miedo al dinero

Para bien o para mal, es un elemento que siempre está presente. Condiciona al mundo y a la humanidad. Muchos lo consideran un dios. Para otros es un cáncer. Un ente maligno responsable de las calamidades que azotan al planeta. ¿Se justifica el miedo al dinero? Tal vez, aunque él no tenga la culpa.

Cuando tenerlo es el problema

No tener dinero es un problema. Innecesario venir a ilustrar las dificultades que implica la ausencia de capital y medios para asegurar la existencia propia y la de los seres queridos. 

Pero en ocasiones, tenerlo se convierte en el problema. Un escenario caótico con resultados que pueden ser catastróficos.

Crometofobia: el ‘nombre científico’ para el miedo al dinero

Aunque este es el término para referirse al temor extremo que genera gastar dinero, no es un ‘nombre oficial’. Más allá que nadie duda de la existencia de este ‘trastorno’, la Organización Mundial de la Salud no lo ha incluido dentro de la Clasificación Internacional de Enfermedades.

Son muchos los detonantes que pueden dar origen a esta condición. Desde factores genéticos hasta experiencias con efectos traumáticos.



Como toda fobia, la percepción de una amenaza latente se manifiesta de maneras completamente desproporcionadas. En los casos más críticos, los afectados pueden llegar a prescindir de comprar artículos de primera necesidad.

Síntomas ‘clásicos’

  • Deterioro general de todas las relaciones interpersonales.
  • No gastar dinero en nada. Incluso en cosas esenciales.
  • Rechazo a artículos como tarjetas de crédito.
  • Ansiedad excesiva.
  • Taquicardias.
  • Sensación constante de que se corre peligro de sufrir asaltos y robos. Bien sea de forma física o de manera digital. (Algún hacker que viole la seguridad bancaria y vacíe las cuentas personales).
  • Trastornos del sueño.

Causas

Como se mencionó anteriormente, los detonantes son variados. Algunos escapan del control de las personas. Pero otros no

El miedo al dinero puede ser una consecuencia de una deficiente educación financiera. Hay quienes se convencen a sí mismos que no son capaces de darle un buen uso, por lo que la opción es no gastarlo.

La crianza también juega papel fundamental para la aparición de la crometofobia. Los niños que crecen viendo como sus padres discuten constantemente por el estado de la economía familiar o por la existencia de gastos que pueden calificarse como superfluos, suelen culpar al dinero por estas crisis. 

El dinero no da la felicidad

Una frase masticada hasta el cansancio, adoptada con frecuencia como un manta inamovible. Pero para bien o para mal, el dinero es necesario. Y sí juega un papel central en el bienestar y en la felicidad de todos.

Te puede interesar...