La pandemia por Covid 19 aceleró un proceso que ya estaba en marcha: la digitalización y simplificación de los servicios bancarios y financieros. Sin embargo, antes de la coyuntura todavía quedaban algunos rezagados que veían con cierto recelo estos cambios. Lo mismo que muchos usuarios ‘veteranos’, del grupo de mayores de 35 años. Por muy atractiva que pudiese lucir la idea de no tener que pisar una sucursal bancaria, nunca jamás.
Pero entre las restricciones impuestas para sobrellevar el Sars Cov 2 y la llegada de los Neobancos y Challengers, la transformación dejó de ser opcional. Tanto que en América Latina son los propios usuarios – muchos de los que antes se resistían – quienes están forzando la ‘revolución digital’ bancaria.
Revisa este análisis y participa del debate en nuestras redes sociales.